- Ofrecer un modelo: los niños imitan a sus padres, por tanto, si ven que ellos leen de forma periódica, es más que probable que repitan su comportamiento. Esto no significa que los progenitores deben leer todo el día, pero sí pueden crear un ambiente lector en casa, compartir con los niños sus lecturas y otorgar a los libros la importancia y cuidado que se merecen.
- Familiarizarles con los textos: antes de que empiecen a leer, se pueden propiciar ocasiones de contacto con los textos escritos para que entiendan que estos comunican y sirven para transmitir información. Se les puede dejar pequeñas notas y leérselas después o leerles las instrucciones de un juego o juguete.
- Leer un poco cada día: se debe empezar desde que los hijos son bebés y dotar al momento de lectura de atractivo e intimidad para que el niño lo asocie siempre con una actividad placentera. Los padres deben usar distintos recursos para atraer la atención de los pequeños y realizar las caracterizaciones adecuadas de los personajes para que la lectura les resulte más dinámica.
- Juegos para apreciar los libros: los juegos pueden ayudar a despertar el interés por los libros y la lectura. Gretel García y Eduardo Torrijos, en su obra 'Juegos para fomentar la lectura infantil', proponen algunas actividades lúdicas interesantes, como jugar a identificar las distintas partes de un libro (portada, contraportada, índice o prólogo) o fabricar un divertido marcapáginas para señalar sus lecturas.
- Su primera biblioteca: los padres ayudarán al niño a crear sus primeras colecciones de libros si incluyen estos por norma entre los regalos que les otorgan en las ocasiones especiales e, incluso, si recuperan libros suyos de cuando eran pequeños. Es importante que les proporcionen también un sitio concreto para que los coloquen de forma ordenada y puedan acceder a ellos con facilidad.
- Enseñarle a elegir: cada niño tiene gustos diferentes. Por eso, para fomentar su interés por la lectura, ha de encontrar las que más se ajusten a sus intereses. Una buena ocasión puede ser llevarlo de visita a la librería y permitirle que revise la amplia variedad de títulos o sacarle el carné de la biblioteca infantil para que pueda seleccionar los libros que más le gusten.
- Dosificar el tiempo de otras actividades: la televisión o los videojuegos son hoy en día dos de los principales enemigos de la lectura. La atracción que ejercen estas actividades lúdicas sobre los niños provoca que otras menos "visuales", como la lectura, les parezcan aburridas y poco atractivas. Es recomendable que los padres limiten el tiempo de dedicación a la televisión o los videojuegos para darles más oportunidades a los libros como complemento de ocio.
jueves, 28 de febrero de 2013
Siete pautas para crear un buen lector...
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